Menciones especiales

Menciones especiales

2022

Bandung (Java Occidental, Indonesia), por el proyecto "Hutan Menyala (Bosque de Luz)", que ha convertido el bosque de Hutan Mayala, uno de los mayores activos culturales y naturales de Bandung, en un innovador destino pospandémico en forma de experiencia audiovisual. El proyecto permite la protección y promoción del bosque, al mezclar tecnología digital avanzada con elementos culturales tradicionales.

Busan (República de Corea), por “Busan Galmaetgil, un proyecto para la promoción del valor cultural a través de senderos urbanos”. Este proyecto promueve la salud pública y el disfrute cultural mediante senderos urbanos cómodos y limpios, mostrando contenidos culturales, históricos y tradiciones locales, así como su relación con la naturaleza, y ofreciendo actividades para promover el turismo sostenible y responder a la emergencia climática, entre otras.

Izmir (Turquía), por el “Proyecto de Izmir sobre el impulso de la cultura como elemento clave para la resiliencia y el desarrollo”. Este proyecto demuestra que la voluntad política puede llevar la cultura a un primer plano en las políticas, planes y prácticas. A través de una política integral e innovadora, el "Municipalismo de Crisis", Izmir ofrece nuevos modelos de prestación de servicios públicos con la cultura como uno de sus principales pilares, facilitando el acceso a la cultura, fomentando la participación y estimulando la solidaridad.

Jinju (República de Corea), por “Entrega de Arte”. Desde 2019, este proyecto ha contribuido a reducir la brecha en cuanto al disfrute de los derechos culturales entre las zonas urbanas y rurales, así como a potenciar la participación de los más desfavorecidos, combinando las artes folclóricas tradicionales de Jinju con las artes modernas, e implicando a los agentes culturales locales en el marco de eventos como la Bienal Mundial de Artes Folclóricas de Jinju.

Tevragh Zeina (Nouakchott, Mauritania), por “HEYA Nouakchott: Tevragh Zeina, ciudad creativa”. Este proyecto ha permitido construir una sólida política cultural para la ciudad, centrada en el desarrollo sostenible. HEYA Nouakchott también ha contribuido a la profesionalización del sector cultural y a la mejora de las condiciones de trabajo de los agentes culturales y los artistas, tanto durante la pandemia como después.

Uagadugú (Burkina Faso), por “El desarrollo cultural del Gran Uaga, una ciudad de bienestar y cohesión social”. Este proyecto ha contribuido significativamente tanto al desarrollo cultural equilibrado del Gran Uaga como al bienestar de sus habitantes, mayoritariamente jóvenes menores de 25 años (60%), reduciendo las desigualdades geográficas para acceder al arte y a la cultura a través de una infraestructura cultural adecuada y de actividades educativas para todos y todas.

2020

Chiang Mai (Tailandia), por el programa “Red Central de Museos de Chiang Mai”, creado en 2002. Esta iniciativa fomenta la cultura local y la participación ciudadana con un enfoque colaborativo, utilizando su capacidad organizativa y su ubicación central como “herramientas de trabajo” que promueven el acceso a los recursos municipales y movilizan así el capital cultural de la ciudad, incluido el patrimonio de los pueblos indígenas, como un movimiento de cambio para construir un mejor futuro sostenible.

Concepción (Chile), por el proyecto “Centro Creación Concepción (C3): un espacio de colaboración creativa para el desarrollo sustentable”. Este espacio de colaboración constituye un impulso a los sectores creativos locales como el diseño, la arquitectura, la tecnología, la música y las artes escénicas, y un ejemplo ilustrativo de la infraestructura concebida como una prioridad de la ciudad para promover la cultura como pilar del desarrollo sostenible.

Manchester (Inglaterra, Reino Unido), por el programa “Colaboración cultural sobre el clima”. Esta iniciativa, que reúne 35 organizaciones y festivales culturales y está completamente alineada con las ambiciones de la primera estrategia de cambio climático de la ciudad, está ayudando a crear un fuerte liderazgo en materia de sensibilización medioambiental, y ha convertido a Manchester en un poderoso ejemplo y punto de referencia para la colaboración cultural y el compromiso en materia de acción climática.

Ramallah (Palestina), por el programa “Ciudad de la Música”, una iniciativa que ha contribuido a la natural orientación de la ciudad hacia la música como factor de transformación social y desarrollo. “Ciudad de la Música” muestra cómo el trabajo sistemático puede crear buenas condiciones para la implementación de proyectos creativos sostenibles para las comunidades locales, a pesar de situaciones políticas difíciles e inestables.

Ulán Bator (Mongolia), por el proyecto “Semana del Arte Público en Ulán Bator”, una iniciativa dedicada al arte y su relación con los grandes temas de la contemporaneidad, como las migraciones, el mundo rural y el nomadismo, las minorías étnicas, la democracia y el cambio climático. El proyecto está organizado por Land Art Mongolia, una organización que aporta el contexto específico de la ciudad y la región de Mongolia al debate internacional sobre el desarrollo sostenible.

Yopougon (Costa de Marfil), por el programa “Yopougon: Ciudad Educativa y Creativa para la Cohesión Social y la Integración de la Juventud”. Esta es una iniciativa sólida y completa que demuestra la voluntad del gobierno local de situar la cultura como un pilar de las políticas locales de sostenibilidad. La iniciativa tiene un claro componente inclusivo y participativo, con líneas específicas sobre la integración de la juventud en el sector cultural y creativo, que se ha traducido en la mejora del bienestar de la ciudadanía.

Mención especial “Leona Vicario de México”:

San José (Costa Rica), por el proyecto “Computer Club House, San José Sur + Solo para chicas: Desarrollo integral para adolescentes mujeres y prevención del embarazo temprano”. Computer Club House es un espacio de aprendizaje seguro centrado en las tecnologías digitales que fomenta los derechos culturales de los adolescentes en un contexto de desigualdad y exclusión. Con la creación del programa “Solo para chicas” en 2010, esta pequeña pero poderosa iniciativa ha demostrado que la cultura es clave en el desarrollo del potencial de la juventud para construir sociedades democráticas y pacíficas.

2018

Dublín (Irlanda)

Por el programa “La cultura conecta”, iniciado en el año 2015; el programa está basado en las historias, los deseos y las experiencias de las personas que habitan la ciudad; se trata de un programa muy sólido e innovador de empoderamiento cultural, que ha mostrado la importancia de escuchar, aprender y compartir con la gente y ha demostrado que, si existe voluntad, las políticas culturales sirven a las personas que más las necesitan.

Hamilton (Ontario, Canadá)

Por el programa “Ame su ciudad. La transformación de Hamilton a través de la cultura”, basado en la consideración de la cultura como el cuarto pilar del desarrollo sostenible; el programa se concreta con un Plan Cultural con un enfoque holístico e integrador hacia la planificación, que implica a la ciudadanía con diversas técnicas de participación y que resulta en una "responsabilidad compartida de la cultura".

Montevideo (Uruguay)

Por el programa “Políticas Culturales con Perspectivas de Igualdad de Género”; este programa se ha discutido con los colectivos culturales que reciben apoyo de dineros públicos y se ha estructurado con propuestas y proyectos muy concretos; el impacto del programa demuestra cómo, si existe voluntad política y rigor técnico, la perspectiva de género en las políticas culturales redunda en la ampliación de las libertades para toda la ciudadanía.

Nablús (Palestina)

Por el programa “Cómo salvar la identidad cultural durante la ocupación - Regeneración del centro histórico de Nablus”, por el compromiso de las instituciones educativas, civiles y municipales de la ciudad en los trabajos de regeneración del centro histórico, con el objetivo de que sus habitantes pudieran permanecer en sus hogares y de asegurar la reconstrucción de cientos de edificaciones y casas patrimoniales.

Novosibirsk (Federación Rusa)

Por el programa “Convirtamos la ciudad en un museo”, que apuesta por promover la presencia de las actividades culturales y artísticas en los espacios públicos de la ciudad, la utilización de las tecnologías de la información y la implicación de la ciudadanía en actividades específicas.

Saha-gu (Busán, República de Corea)

Por el proyecto “Pueblo de la Cultura Gamcheon”, una iniciativa de regeneración urbana plurianual mediante el arte y la cultura, que ha revitalizado el barrio de Gamcheon; el proyecto se ha basado en una estrecha cooperación entre residentes, artistas y gobierno local, en un sistema innovador de gobernanza democrática.

2016

Busan (República de Corea) por el programa "TOTATOGA - Polo cultural del centro histórico"

Dakar (Senegal) por el programa "Escuela de los Comunes"

Kaunas (Lituania), por "El proyecto del Campo de Repollo Šančiai – la pequeña escala procura una gran transformación"

Lago Mégantic (Quebec, Canadá) por el programa « Reconstruir Lago Mégantic »

Montevideo (Uruguay) por el programa "Centro cívico de cogestión cultural: SACUDE"

2014

“Hermanamiento por una Cultura de Sostenibilidad” presentado por la ciudad de Hannover (Baja Sajonia, Alemania), centrado en la cooperación internacional en el ámbito de la cultura con las ciudades hermanadas, mediante tres proyectos sucesivos (llamados “consciente & justo”, “Cultura justa” y “KlimaKunstStädte”, implicando de manera activa a los actores culturales de la ciudad, y permitiendo una apropiación ciudadana de los proyectos de cooperación.

“Reemdoogo, Jardín de la música”, presentado por Ouagadougou (Burkina Faso), un proyecto centrado en la educación artística y profesional de los jóvenes de la ciudad. El proyecto asocia la cultura, desde sus valores intrínsecos, a los procesos de creación de empleo, a la cohesión social y a la construcción urbanística de la ciudad, con un urbanismo cordial, simbolizado perfectamente por el jardín.

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